7 errores típicos que no cometerían las personas con inteligencia emocional

15 julio, 2016
7 errores típicos de personas con baja inteligencia emocional

El Cociente Emocional (EQ) cada vez es más importante que el IQ (Cociente Intelectual). Ahora se valora que las personas sepan ponerse en el lugar del otro, es decir. ser más empáticas. Pero la inteligencia emocional va mucho más allá. Las personas con baja inteligencia emocional son víctimas de sus emociones, se dejan manipular y no manifiestan sus preferencias ni gustos. Piensan que el universo conspira contra ellas y se ponen en el papel de víctima.

Por eso, he elaborado esta lista de 7 errores que las personas con alta inteligencia emocional nunca cometerían.

Si detectas que realizas normalmente alguna de estas acciones, te recomiendo que te pases por aquí y empieces a cultivar los hábitos emocionalmente saludables.

¡Empezamos!

7 errores típicos de personas con baja inteligencia emocional

 

Índice del artículo

1. Piensas que si no lloras significará que eres fuerte emocionalmente.

Todo lo contrario. Llorar es síntoma de estar en sintonía contigo mismo y saber que eres importante. Te cuidas, te quieres, te respetas.

Llorar es manifestar tus emociones, es transmitir lo que la energía de la emoción te está pidiendo. Acallar esa energía es generar un conflicto que llenará tu cuerpo de hormonas a las que no darás salida. Llorar no es síntoma de debilidad, incluso los hombres lloran (como admitió este invitado en la entrevista).

Llorar no es síntoma de debilidad. Significa que te quieres y valoras Clic para tuitear

2. No prestas atención a las señales no verbales.

La mayor parte de nuestra comunicación es no verbal. Así que ser capaz de leer entre líneas (o entre gestos) es esencial para una buena comunicación.

No hay que olvidar lo importante que es mirar a los ojos a la otra persona cuando hablamos,  es un síntoma de confianza, transparencia y respeto ante la persona que tienes delante.  ¡Pero ojo! Cuidado con pasarte con las señales no verbales:

  •  Hacer excesivos movimientos con los brazos o gesticular demasiado. Puede transmitir nerviosismo y falta de confianza. Usa los gestos sólo para hacer énfasis a tus palabras.
  •  Da la mano con firmeza cuando saludes. El contacto visual es tan importante como el contacto físico. Asegúrate de dar buena impresión transmitiendo fortaleza y seguridad en ti mismo cuando des la mano.
  •  Mantén la distancia de seguridad. No interfieras en el espacio vital de otras personas; estar demasiado cerca podría verse como una invasión a la persona que tienes delante y estar demasiado lejos podría significar falta de confianza y habilidades sociales.
  • Cruzarse de brazos. Aunque muchas veces esta postura signifique rigidez y parezca que estás mostrando una postura poco flexible, no siempre significa eso. Quizá la persona que tengas delante se sienta cómoda o prefiera tener los brazos cruzados antes que dejar que sus manos tiemblen… ¡Hay que mirar todas las posibilidades!
  • Cuidado con tu postura corporal. La postura de tu cuerpo da mucha información: si estás desgarbado, inclinado hacia delante, «derramado» en la silla… Cualquier aspecto puede dar indicios que la otra persona puede interpretar.
Cuidar el lenguaje no verbal es una demostración de inteligencia emocional Clic para tuitear

Si eres una persona con una baja inteligencia emocional ni te fijarás en las señales no verbales de quienes te rodean. De esa manera podrás tener una experiencia comunicativa más completa.

3. Piensas que las emociones no tienen cabida en la toma de decisiones.

Es posible que haya escuchado frases como: «Las emociones no tienen cabida en los negocios», «Deja tus emociones a un lado», o «No te dejes llevar por tus emociones», sin embargo, las emociones nos ayudan mucho en la toma de decisiones.

Las personas que tienen una baja inteligencia emocional consideran que las emociones son una debilidad y es todo lo contrario. Estar en consonancia con tus emociones te ayuda a tomar decisiones más coherentes y alineadas con tu identidad.

Las emociones nos ayudan a tomar decisiones alineadas con la identidad. Clic para tuitear

Lo que en realidad es una debilidad  es no estar reconociendo nuestras emociones o dejar que las emociones negativas gobiernan nuestros pensamientos y comportamientos.

La intuición debe ser una de tus herramientas más poderosas para tomar decisiones, y para llegar a esa intuición lo mejor es estar pendiente de tus emociones, que sean tus amigas. ¡Entrenar tus emociones!

Las personas que consideran que las emociones son obstáculos sin duda tienen una baja inteligencia emocional o no saben lo importantes y valiosas que son.

[thrive_leads id=’3748′]

4. Cuando la gente se enfada a tu alrededor, piensas que ha sido por tu culpa.

O piensas que ha sido por algo que has dicho o has hecho. ¡El mundo no gira en torno a nosotros ni conspira contra nuestra persona!

Si estás enfocado en lo negativo, en que las personas a tu alrededor sólo quieren hacerte daño o que tú eres el culpable de toda la desgracia de las personas que te rodean… vamos mal.  Tampoco ayuda que quieras ser responsable de las desgracias ajenas. Cada uno es como es y es responsable de su vida. No te eches ese peso.

Si tienes una baja inteligencia emocional será muy probable que tengas una baja autoestima, eso te hace focalizarte en que todo lo negativo que ocurre cerca de ti es culpa tuya. ¡Y no es para nada así! Tener una inteligencia emocional desarrollada nos ayuda a tomar las riendas de nuestra vida, a dejar de ser víctimas y ser protagonistas.

No eres la causa de las desgracias de nadie. ¡No te creas esa mentira! Clic para tuitear

Si eres parte del problema, eres parte de la solución. Además, ten en cuenta que todo el mundo alrededor tuyo está enfrentándose a sus propios demonios, está concentrado en su mundo y en sus desafíos vitales.

¡ La mayor parte de lo que ocurre en sus vidas no tiene que ver contigo !

5. Te arrepientes constantemente de las cosas que dijiste o hiciste cuando estabas enfadado.

El arrepentimiento es una clara señal de una baja inteligencia emocional o de una mala gestión emocional. Es como dar permiso a tus emociones negativas (aunque a mí no me gusta llamarlas así) para tomar el control de tu vida.

En lugar de sentirte culpable por lo que haces, tu labor debería ser evaluar las acciones que hiciste en el pasado y aprender de ellas.

¿Qué te hizo perder los nervios y enfadarte? ¿Qué necesitarías controlar la próxima vez? ¿Qué fue lo que más te alteró? Para mantener la calma ante momentos de alta agitación el primer paso es conocerse a uno mismo: las debilidades, fortalezas, limitaciones…

Se dice que «Somos dueños de nuestros pensamientos y esclavos de nuestras palabras». Pues cambia tu baja inteligencia emocional y cultiva el autocontrol, la gestión emocional y la templanza.

Descubre cuáles son los patrones de pensamiento que te hacen perder el control y decir lo que no quieres decir cuando te enfadas. Ésa es la única clave de la gestión emocional.

[thrive_leads id=’3748′]

6. Piensas que decir «NO» es ser descortés. Si aceptas todo significa que eres humilde y altruista.

Si tienes una baja inteligencia emocional cometerás el error de pensar que decir que «NO» es algo malo, pensarás incluso que al decir a todo que sí serás una mejor persona. ¡Y es todo lo contrario!

Aprender a decir «No» es respetarse, es conocer las limitaciones que tenemos y tenerlas en cuenta. Hemos venido a este mundo a ser felices (yo misma me autoproclamo Defensora de la Felicidad por eso mismo) y si no aprendemos a rechazar cosas que nos quitan tiempo y que no nos benefician en absoluto… seremos infelices y sufriremos.

Decir que NO es respetarte y quererte a ti mismo Clic para tuitear

Si quieres pasar de tener una baja inteligencia emocional a ser una persona emocionalmente estable e inteligente, la asertividad (respetarte a ti mismo sin herir a los demás) es una habilidad obligatoria. Mejor empezar hoy, ¿no?

7. Te dices a ti mismo «yo no puedo cambiar»

Tus pensamientos son importantísimos y si tú mismo te bloqueas la capacidad de crecer, jamás podrás avanzar.

Tus pensamientos crean tu realidad y si te defines a ti mismo como una persona incapaz de cambiar, estás cortándote todas las alas. Además, no es verdad que no se pueda cambiar (hasta la edad no es impedimento para poder cambiar).

No te «etiquetes». Deja fuera de tu mente las palabras «imposible» las palabras «no puedo»… porque sí se puede y porque todo es posible si te lo propones.

Entrenar tus emociones te servirá para conocer cuáles son tus puntos débiles y cómo potenciar tus fortalezas para apalancar el cambio.

Cuando aumentas tu inteligencia emocional aumenta tu calidad de vida. Tu confianza, tu autoestima, tu capacidad de rehacerte después de un problema son habilidades emocionales que te ayudarán a vivir más plenamente y tener más control sobre tus pensamientos y sentimientos.

Empieza a cambiar tu baja inteligencia emocional y cultiva hábitos emocionalmente saludables

Mejorar tu gestión emocional es invertir en tu desarrollo personal: serás una persona que se conoce a sí misma, se respeta, tiene una buena autoestima y busca la felicidad por encima de todas las cosas.

¿Quieres empezar a cultivar tu inteligencia emocional? Apúntate a mi MiniCurso Gratis y empieza HOY.

[thrive_leads id=’3748′]

Descarga la guía Gratis

Rueda de la Vida

Descubre este sencillo ejercicio para empiezar a vivir plenamente