¿Qué harías si no tuvieras miedo?

16 junio, 2015
Si no tuvieras miedo

El miedo está a la vuelta de la esquina. Vivimos con él continuamente aunque no tengamos depredadores que nos vayan a matar ni tengamos que cazar nuestra comida en una naturaleza llena de peligros.

Seguro que has sentido miedo más de una vez, ese miedo paralizante, incapacitante. Esto es una característica del miedo, pero muchos de esos miedos son irracionales y te paralizan para que no consigas tus metas más soñadas. Hoy te quiero hablar lo que hay detrás de esos miedos y por qué es tan importante superarlos. Al final encontrarás una técnica take-away para afontar tus miedos y vivir plenamente.

Índice del artículo

Dos tipos de miedo: real e imaginario

Empecemos con un poco de teoría. Existen dos tipos de miedo:

-Uno es real, está basado en un peligro real. Este miedo es el miedo más primitivo y que nos acompaña desde los primeros milenios como especie animal. Esta sensación de miedo puro es el que sientes cuando estás en casa, justo antes de dormir y oyes un ruido en tu cocina. Estás solo así que tu mente va a 100km/h y lo único que se le ocurre pensar es que es un ladrón o algo peor que ha entrado a tu casa. Tu cuerpo se pone en alerta y, lleno de coraje, sales a la cocina a buscar al intruso. Al final sólo era un bote de tomate que se había caído del estante, pero el miedo que has sentido era REAL.

-El otro tipo de miedo no está basado en un peligro real, sino que es un miedo imaginario. Este miedo aparece cuando no ves el peligro, no oyes el peligro… pero sientes que algo malo va a pasar. Como ves, se caracteriza por la potencia de tus pensamientos y de tu imaginación. Este miedo es el que sientes cuando por ejemplo crees que tu jefe te va a echar del trabajo, o cuando tienes que enfrentarte por primera vez a un tribunal que te evaluará y te pondrá una calificación de la que dependerá tu futuro. Es un miedo a algo que puede o no ocurrir. Es totalmente dependiente de tus pensamientos.

Que quede claro, tanto el miedo real como el miedo imaginario paralizan y te hacen sentir miedo en el cuerpo (aunque uno sea más lícito que el otro).

Tener miedo no significa que seas débil

Es una idea que se ha ido extendiendo como la pólvora, y es que todos lo hemos escuchado de pequeños. Ser «miedica» es malo, es de cobardes. «Afronta los problemas como un hombre» se les dice a los niños pequeños. No creo que sea la mejor enseñanza, señores. La persona que sufre un miedo irracional en su cuerpo está sintiendo un miedo real. Huir de tus miedos o fingir que no existen no te hacen más hombre.

Pero tranquilo, que no estás solo en esto. Todos somos humanos y todos tenemos miedo.

Yo la primera.

Créeme, no es de «gallinas» pedir ayuda. No tienes porqué enfrentar solo las situaciones que te dan miedo. Puedes hablarlo con personas de confianza o con un especialista (un psicólogo, un coach o lo que más vaya contigo).

Pero tus miedos te impiden brillar

Porque el problema de verdad viene cuando ese miedo irracional gobierna nuestra vida y nos impide hacer lo que queremos hacer. Cuando ese miedo se instala en nuestra vida y le dejamos ganar.

El miedo frena, el miedo te hace huir, y claro, si huyes del aeropuerto jamás podrás subir a ese avión que te lleva a tus sueños. Es una metáfora, pero es válida. Tus miedos están justo delante de lo que más ansías, lo que más quieres y lo que más necesitas hacer. Si no tuvieras miedo, ¿dónde estarías?

Muchas veces los «tengo que» o los «debería» están señalándonos los miedos que tenemos que afrontar. ¿No te ha pasado alguna vez que sentías como si siempre tropezaras con el mismo obstáculo, con la misma piedra una y otra vez en tu vida? Pues ese obstáculo es un miedo que tienes que superar para conseguir avanzar.

Yo tardé en aprender la lección, por eso quiero hablarte de esto ahora y que tú no gastes ni el tiempo ni la alegría.

Y de ahí la pregunta, porque …

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Créeme, el miedo está para pararte los pies, porque… ¿quién podrías llegar a ser? ¿Qué tan lejos podrías llegar?

Ni siquiera tú lo puedes imaginar. Por eso te da miedo. Te das miedo a ti mismo, te asusta tu potencial.

¿Pues sabes qué? Yo creo en ti, creo que puedes conseguir cosas maravillosas, creo que te asustas de lo lejos que puedes llegar.

Pero te voy a contar un secreto: la vida es descubrimiento, es aprendizaje. Aprende de ti y descúbrete a ti mismo. No hay mayor regalo que ese.

Por eso te invito a que corras, saltes, explores, descubras, inventes, emprendas…

No hay ninguna puerta que te detenga.

No hay ningún límite que te frene. Sólo estás tú y tus pensamientos.

¿Crees en ti?

He ayudado a muchas personas a sacar su máximo potencial y que se deshagan de las creencias limitantes que les separaban de sus metas más grandes. Si quieres vivir plenamente como ellos, vivamos un proceso de autodescubrimiento que te cambiará de por vida. Si me necesitas aquí estoy.

De todas maneras, si lo que quieres es un Juan Palomo (yo me lo guiso yo me lo como), al final del artículo encontrarás mi técnica take-away para afrontar tus miedos. Porque lo que hay detrás de tus miedos es muy valioso y puede ser aquello que dé por fin sentido y color a tu vida. No lo puedes dejar marchar por un miedo irracional.

Lo prometido es deuda. Si te animas a afrontar tus miedos y luchar por tus sueños, tienes todo mi apoyo. ¡Aquí tienes!

take awayMi técnica Take-away:
Afronta tus miedos

1. Detecta las señales que te indican dónde están tus miedos

Ya te he dicho antes que los «tengo que» y los «debería» suelen ser indicadores de que hay una puerta que te bloquea. La procrastinación también suele ser una señal, pues te hace evitar que hagas aquello que temes (de una u otra forma) para no tener que sufrir.

2. Descubre lo que hay detrás de ellos.

Piensa ¿qué es lo que más miedo me da ahora mismo? En cuanto lo tengas, sabrás por qué te da miedo, porque justo detrás está algo que realmente quieres: mejor salud, belleza, reconocimiento, amor, seguridad, autorrealización… Y cuanto mayor es el miedo, mayor es la recompensa.

3. Los miedos se superan afrontándolos. Ve poco a poco

¿Quieres lograr tus sueños? Pues afronta tus miedos. Es como el viaje del caballero que tiene que luchar con el dragón para rescatar a la princesa. Éste es tu dragón, véncelo y podrás hacerte con el premio gordo: vivir tu vida al máximo. No tienes porqué matar el dragón con las manos, busca una buena espada, armadura, escudo, quizá un grupo de caballeros que te ayuden… Busca cursos, aprende herramientas y técnicas, aumenta tu confianza. Tus miedos perderán fuerza a medida que tú te hagas más grande.

4. Haz revisión: ¿era tan grande ese miedo? ¿era real o imaginario?

En cuanto hayas vencido ese miedo, haz balance. ¿De verdad era tan grande ese miedo que te paralizaba? Echa la vista atrás y observa cuántos obstáculos has superado que en su momento te daban un miedo atroz. Pues ahora es igual, ese miedo lo superarás y en el futuro lo recordarás como algo pequeñito. Confía en ti.

5. Cómete el mundo

Estás aquí para brillar, estás aquí para triunfar, estás aquí para vivir. No dejes que un miedo imaginario te corte las alas. Vuela y toca el cielo. Tú puedes hacerlo.

Me gustaría que hicieras memoria y me comentaras situaciones del pasado en las que sentías mucho miedo y te paralizaban pero que al final superaste. Seguro que hay muchas. Piensa en qué estarías haciendo si no tuvieras miedo. Compártelas aquí en la caja de comentarios.

Y si quieres vencer tus miedos con la red de seguridad y el apoyo de profesionales, tienes mis programas. ¡Apúntate!

 

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