Cómo convertir una Crisis Existencial en una Oportunidad

22 febrero, 2021
Convertir una crisis existencial en una oportunidad

¿Estás atravesando por un momento en el que te sobran las preguntas y te faltan las respuestas? ¿Te has cuestionado sobre el sentido de tu vida, de tus acciones o tu futuro? Pues quizás estés frente a lo que en psicología se llama una Crisis Existencial.

Si bien es un concepto que suele generar inquietud en casi todo el mundo, la realidad es que conviene darte la oportunidad de analizarla en su justa medida. Si estás viviendo ahora una crisis existencial, debes saber que estás ante una maravillosa oportunidad de transformación, que puede conducirte a un camino de mayor bienestar y felicidad.

Acompáñame a que descubramos juntos qué es lo que implica el concepto de crisis existencial y cómo manejarla para obtener de ella oportunidades transformadoras.

¿Pasas por un momento crítico? Conoce cómo hacer de una crisis existencial una fantástica oportunidad de renovación y autoconocimiento.

Índice del artículo

¿Qué es una crisis existencial?

El término crisis existencial deriva del existencialismo. Para contextualizar un poco, recordemos que el existencialismo es una escuela filosófica que se originó en el siglo XIX y se mantuvo hasta mediados del siglo XX.

Su esencia era oponerse a la filosofía tradicional. Sus defensores  consideraban que el punto de partida de la filosofía debía ser el individuo y las experiencias subjetivas que éste tenía en su entorno.

Friedrich Nietzsche o Jean Paul Sartre fueron algunos de sus principales exponentes. La principal premisa de esta corriente es que la existencia del ser humano precede a su esencia, que la realidad antecede al pensamiento y la voluntad humana a la inteligencia.

Teniendo esto como base, el concepto de la crisis existencial apunta a los cuestionamientos profundos y movilizadores que puede hacer una persona en un momento de su vida, y asociados a su realidad.

Cuando una persona atraviesa una crisis existencial, comienza a hacerse preguntas estructurales sobre su vida. Cuestionamientos como:

  • ¿Cuáles son las razones que me motivan?
  • ¿Qué sentido tienen mis actos?
  • ¿Cuáles son las creencias que sustentan mi existencia?

Todos estos cuestionamientos, profundos y estructurales, pueden venir luego de preguntas nacidas de nuestra cotidianidad, como:

  • ¿Cuál es el sentido de mi vida?
  • ¿Por qué no consigo ser feliz?
  • ¿Quién soy realmente?
  • ¿Qué vine a hacer a este mundo?
  • ¿Qué camino debo tomar?
  • ¿Cómo sé cual es mi verdadera pasión?

Para la persona que vive una crisis existencial, sus emociones pueden atravesar una verdadera revolución. Es común sentirse abrumado, desorientado, confundido o desanimado. Pero más allá de estas situaciones, si la crisis es manejada de forma positiva, puede resultar en un cambio trascendental y positivo.

En resumen, la crisis existencial es un momento del ciclo vital de una persona, en el que los esquemas mentales que ha construido hasta el momento ya no le sirven para afrontar su situación actual. Las ideas pasadas y las expectativas de futuro pueden cambiar, y aparecen preguntas para las que aún no se tienen respuestas.

Ese período vital, lleno de dudas profundas sobre nuestra existencia, el sentido de nuestra vida, nuestros propósitos e incluso la identidad, suelen conducirnos a una nueva visión del mundo, de la vida y de nosotros mismos, si tenemos el valor para trabajar en ello.

¿Cómo puedo saber si estoy atravesando una crisis existencial?

Pues bien, el primer distintivo que nos avisa sobre la posibilidad de vivir una crisis existencial es que nos sentimos invadidos por dudas estructurales, que antes no teníamos.

De acuerdo a las características de personalidad y situaciones de vida de cada persona, la crisis puede manifestarse de diferentes maneras. Algunos de los síntomas más comunes, son los siguientes:

  • Incertidumbre y preocupaciones constantes.
  • Ansiedad.
  • Apatía o falta de motivación.
  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Falta de energía.
  • Miedos e insatisfacción vital.

Una crisis existencial no tiene edad determinada. Aunque la mayoría suele presentarse entre los treinta y los cincuenta años, la realidad es que puede aparecer en cualquier momento del ciclo vital.

Lo importante al momento de atravesarla es no limitar las emociones, sino que, por el contrario, nos atrevamos a profundizar en ellas. Si vamos al origen de esas preguntas, de las dudas que nos generan inestabilidad o malestar, en nuestro propio interior encontraremos las respuestas.

No es fácil atravesar por una crisis existencial. Incluso para muchas personas representa un momento límite de su existencia, que puede desembocar en trastornos psicológicos o en depresión. Pero con el manejo adecuado, también puede resultar en grandes transformaciones y oportunidades.

Las claves para pasar de la crisis existencial a la oportunidad

Cuando hablamos de crisis existencial, se encienden nuestras alarmas. Generalmente lo asociamos con incertidumbre, pérdida del rumbo, desesperación y depresión. Pero no tiene que ser así. ¡Al contrario! Puede representar una nueva energía y visión para convertirte en una persona más feliz contigo misma y con tu vida. Veamos juntos las claves más importantes para convertir una crisis existencial en una oportunidad.

¡Detente un momento!

El primer paso para tomar conciencia de si atraviesas una crisis existencial, es darte la oportunidad de detenerte a comprender tus emociones. Muchas veces estamos sumidos en la rutina, los horarios de trabajo, el tráfico, las obligaciones familiares… y en esa cotidianidad, nuestro bienestar interior puede quedar en un segundo plano.

Para que tus emociones puedan llevarte a explorar en lo que sientes realmente, debes detenerte un momento y prestarles la justa atención.

¿Has escuchado aquello de que no se puede sumar nuevo a un armario que ya está lleno? Pues lo mismo pasa con nosotros. Tenemos que hacer espacio en nuestra mente para que esas preguntas salgan a la luz y podamos trabajar por las respuestas que necesitamos.

Date el permiso de estar mal

Los momentos de malestar, de dudas, tristeza o confusión también forman parte de la vida. Muchas personas comenten el error de querer saltar esas emociones, cubriéndolas con actividades, con trabajo, amistades o salidas. Pero eso no hace que se desaparezcan. Al contrario, esos sentimientos pueden acumularse y manifestarse de forma negativa.

Naturalizar y dar espacio a nuestras emociones negativas es algo que nos permitirá atravesar una crisis existencial de forma más honesta y saludable. La imperfección es parte de nuestra condición de humanos, y así como adoramos estar felices, también es natural que en algún momento sintamos tristezas, dudas, angustia o que una situación nos supera.

Desde ese reconocimiento y honestidad contigo mismo, podrás darte cuenta con mayor claridad de cuáles son los elementos más importantes que te generan una crisis existencial, y de los sentimientos que ellos te generan.

Conócete y cuestiónate

Otra de las claves más importantes para transformar una crisis existencial en una oportunidad, es conocerte y cuestionarte.

Pregúntate ahora mismo: ¿Sabes realmente quién eres? 

Todas esas preguntas que se generan en una crisis existencial, pueden haber sido disparadas por una situación de vida que te genera emociones negativas. Pero la clave real está en la forma en que interpretas la vivencia  y gestionas las emociones, más que en la situación en sí.

Por eso es fundamental que te conozcas. ¿Cómo piensas? ¿Cómo reaccionas ante los problemas? ¿Cómo te relacionas con los demás? Y especialmente, que te des la oportunidad de cuestionarte, en esos esquemas de creencias que quizás te estén manteniendo atado a cosas que ya no suman a tu vida.

Por ejemplo, una ruptura sentimental puede generar una crisis existencial. La situación en sí, suele ser difícil. Pero, ¿Cuáles son las emociones que se generan en ti? ¿Cuál es el sistema de creencias vinculado a la pareja, que te genera esas emociones?

Quizás conociéndote y cuestionando tus creencias, encuentres que siempre has pensado en que no podrás ser feliz sin estar en pareja. Y si es así, habrás encontrado un núcleo importante sobre el cual trabajar. Si profundizas en ello y además sumas asesoría psicológica, puedes trabajar en esas creencias que ya no suman a tu vida.

Entonces, en el momento en que vuelvas a estar en pareja, lo harás desde una elección más libre, con una mejor concepción de tu autoestima y no desde la necesidad de estar con alguien para ser feliz.

No pierdas de vista tus recursos, tus logros, tus aficiones…

Otra clave para superar una crisis existencial y transformarla en oportunidad, es no perder de vista quién eres y todas las fortalezas que te construyen como persona. Haz el ejercicio de llevar la memoria al pasado:

  • ¿Cómo has superado otros obstáculos en tu vida?
  • ¿Qué has hecho cuando, en otro momento, has sentido que pierdes el rumbo?
  • ¿Cuál ha sido tu trayectoria vital, tus logros, las cosas de las que te sientes orgulloso?

Todas esas respuestas pondrán tu mente en positivo. Recuerda que la mente humana es un paracaídas abierto. A todas las preguntas que nos hagamos, buscará la manera de dar una respuesta. Así que es clave que te hagas las preguntas correctas, las que te lleven a superarte a ti mismo, a visualizar en positivo y a lograr un mayor bienestar.

Sé consciente de tus capacidades, de las habilidades con las que has enfrentado diferentes problemas, de tus logros personales. También conéctate con tus aficiones. Practica ese deporte que te gusta, ve a las clases de literatura o manualidades, practica Mindfulness. Procura elevar las dosis de aquellas cosas que te hacen sentir bien.

Ve por tus metas y propósitos

Y por último, otra herramienta que será vital en que superes una crisis existencial y extraigas de ella grandes oportunidades, es plantearte metas y propósitos específicos.

Justamente muchas de las crisis existenciales vienen dadas porque no encontramos sentido a nuestra vida, no vemos claro un rumbo para seguir, dudamos de cuál es nuestra misión en el mundo.

Si aplicas las técnicas anteriores, navegas en tus emociones, te conoces y te separas de creencias pasadas obsoletas, poco a poco irás llegando a las respuestas que te ayuden a construir una mejor versión de ti mismo. 

Piensa en las cosas que te generan ilusión. Respóndete cuestiones como:

  • ¿Qué me produce satisfacción?
  • ¿Qué cosas en concreto me motivan?
  • ¿En qué cosas me destaco de manera natural?
  • ¿Qué, de todo lo que hago en día, lo hago por verdadero gusto y no por obligación?

Una vez que tengas estas respuestas, trata de encaminar tus acciones hacia esas áreas y actividades con las que te sientes mejor. No tengas miedo a ir tras de tu propósito, pues independientemente del resultado, el propio camino te llenará de bienestar.

Eso si, tampoco dejes de lado los objetivos concretos. Plantéate metas a diferentes plazos, con acciones concretas y formas específicas para lograrlas. Los ejercicios de visualización pueden ser muy valiosos para incentivar tu motivación.

Y por último, recuerda que una crisis existencial no es el fin del mundo, sino la apertura de una nueva puerta. La de tu autoconocimiento y la de un redescubrimiento de tu vida, de tus pasiones y de la forma en que deseas invertir tu tiempo de ahora en adelante.

Así que no tengas miedo de trabajar en ti mismo. Reflexiona. Tómate tu tiempo. No te obligues a decisiones apresuradas y vive el proceso a tu ritmo. Si lo haces desde la voluntad, encontrarás que esa crisis existencial que hoy quizás veas como una avalancha, puede resultar en un enorme impulso hacia tu felicidad y bienestar.

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Fuentes:

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