Te recomiendo encarecidamente que veas Inside Out (Del revés), la nueva película de animación de Pixar y que ha hecho que la compañía recupere el reconocimiento que se merece. Desde una perspectiva psicológica es muy interesante la película, pero realmente cualquier persona debería verla. Este post es un análisis de Inside Out (Del revés) visto desde mi punto de vista y de mi perspectiva psicológica. Sin embargo, seas quien seas, te recomiendo que primero la veas y después leas el artículo.
Aviso: este artículo contiene SPOILER (revela contenido de la película).
Índice del artículo
Análisis de la película Inside Out (Del Revés en español) y su visión de las emociones
La película Inside Out (Del Revés en español) muestra cómo funciona la mente de las personas. Existen 5 personajes que representan cinco emociones y que están en el cuartel general, ayudando a Riley (la niña protagonista) a relacionarse con el mundo.
Nota importante acerca de las emociones básicas
La película se basa en las emociones básicas, que según numerosas investigaciones psicológicas, se ha determinado que son seis: alegría, tristeza, miedo, asco, ira y sorpresa. Sin embargo la sorpresa no la han añadido en la película. Paul Ekman, prestigioso y archiconocido psicólogo en el tema de las emociones y asesor de Inside Out, explicó por qué no está «sorpresa» en el elenco de personajes. Según él «sorpresa» es la emoción más corta, ya que aparece puntualmente para dejar paso a las demás emociones (tristeza, alegría, miedo, asco…) La sorpresa sirve para orientar la atención, en cuanto la atención está puesta en el estímulo, la sorpresa deja paso a las demás emociones, por lo tanto es normal que hayan prescindido de ese personaje.
Así que no te eches las manos a la cabeza como hice yo cuando cuentes y te falte una emoción básica. Tiene su explicación 😉
Las emociones son innatas
La película comienza con el nacimiento de la niña protagnonista (Riley) y aparece Alegría en su mente, como primera emoción al reconocer a sus padres. Después van apareciendo todas las demás: Tristeza, Asco, Miedo e Ira.
La importancia de TODAS las emociones
Al principio Alegría habla con voz en off y presenta a las demás emociones y su utilidad. Cada una está representada por un color (muy inspirado en la Psicología del Color).
Alegría: se encarga de mantener positiva a Riley, de celebrar los éxitos, de que siempre esté optimista y de buen humor. La alegría es la responsable de que repitas ciertas conductas que para ti han sido buenas.
Asco: se encarga de que no olamos mal, de ir bien vestidos, de no comer ni beber algo en mal estado, de no ir por sitios sucios o malolientes, etc. En definitiva, se encarga de protegernos y de que no hagamos algo que nos vaya a sentar mal.
Miedo: se encarga de la supervivencia, así de sencillo y así de complejo. Decidir cuál es el límite entre lo seguro y el peligro. Eso sí, el miedo actúa tanto ante un peligro real como ante uno imaginario. Si no sintiéramos miedo no sobreviviríamos.
Ira: encargada de defender nuestra propiedad y a nuestros seres queridos. La ira entra en escena cuando vulneran nuestros límites, cuando «nos sacan de nuestras casillas». También es el responsable de actuar cuando algo es injusto. En definitiva, es el defensor de la integridad y la coherencia.
Tristeza: es la emoción marginada por las demás, sienten que no es útil y que no hace más que estorbar. Sin embargo, la tristeza es de las emociones más importantes y es un pilar fundamental en el crecimiento personal. La tristeza se encarga del recogimiento y de dedicarnos tiempo a nosotros mismos, de pensar y meditar en los cambios para cerrar etapas. Esto no se ve hasta el final de la película y tiene su explicación. La tristeza es la emoción necesaria para reintegrarnos como personas después de habernos «hecho trizas» por cualquier causa: una ruptura, un despido, una pérdida, etc.
La explicación que dan en Inside Out a temas importantes
Cómo se forman los recuerdos
Los recuerdos son mostrados en la película como esferas luminosas de un determinado color dependiendo de la emoción que haya forjado ese recuerdo. Esto es un detalle fantástico de la película ya que de hecho las emociones tienen un papel fundamental en la creación de recuerdos. Cuanto más intensa es la emoción, más potente es el recuerdo. En la película existen los llamados recuerdos esenciales que son más importantes que el resto de recuerdos, y se forman cuando la impronta emocional es más fuerte. ¿Qué recuerdos conservas de tu infancia? ¿Qué recuerdos importantes tienes de tu adolescencia? Seguro que recuerdas aquellos momentos donde tus emociones eran más fuertes. Eso es un recuerdo esencial.
La personalidad
En la película, los recuerdos esenciales forman lo que llaman las islas de la personalidad. Me pareció una representación gráfica ideal de la complejidad de nuestra mente.
Un recuerdo lo suficientemente potente puede forjar un antes y un después en nuestra vida y pasar a formar una isla de la personalidad. Y es igual en la vida real, ya que los logros que tenemos de pequeños hacen que nos comportemos de una determinada manera o que nos inclinemos a unas aficiones u otras. Por ejemplo, la primera vez que fuiste a un concierto, el primer premio de un concurso de dibujo, cuando te aplaudieron por hacer aquel discurso… La personalidad se forja por diversas vivencias con alta carga emocional e influye en la autoestima.
La personalidad cambia conforme crecemos y vivimos, y eso lo reflejan muy bien en la película cuando las islas de la personalidad se derrumban. Al final, lo que podemos ver son más islas de la personalidad que son mezcla de las de la infancia, dando paso a una personalidad más «seria» y más adulta.
El subconsciente
Dos policías guardan la puerta de la cárcel del subconsciente, donde están los elementos que no deberían salir a la luz, como tus mayores miedos o traumas que has tenido en la infancia: el payaso de aquella fiesta, las escaleras al sótano, la misteriosa casa donde vivía una persona mayor (que tú pensabas que era una bruja), etc.
Los sueños
Esos elementos del subconsciente de los que te he hablado suelen salir en los sueños. En la película, los sueños son elaborados por una compañía de cine, como si de una gran producción se tratase. Cada día se mezclan las vivencias de ese día con miedos, esperanzas e inquietudes.
Los guionistas se encargan de hacer un cóctel con todos esos ingredientes y elaborar sueños de lo más disparatados y crear elementos únicos: unicornios de arcoiris, perros partidos por la mitad, etc.
Pensamiento abstracto y demás capacidades
El pensamiento abstracto, entre otras, es una capacidad que se aprende conforme maduramos. Los niños muy pequeños no pueden comprender conceptos abstractos como la solidaridad, la tolerancia, el altruismo…
Por eso en la película aparece un centro del pensamiento abstracto representado como una fábrica o un pequeño ordenador donde se fragmentan y alteran conceptos hasta volverlos más asequibles a la mente.
La memoria a largo plazo
Cada noche, los recuerdos que se han vivido ese día pasan a la memoria a largo plazo. La memoria a largo plazo queda representada como un laberinto enorme de estanterías donde están almacenados los recuerdos. De ahí pueden volver a ser recordados o bien olvidados para siempre. De esto se encargan unos monigotes muy graciosos que se dedican a deshacerse de recuerdos «grises» que ya no son útiles.
En la película se olvida de los presidentes de los EEUU y de las clases de piano (guardando sólo el recuerdo del «Para Elisa» de Beethoven. Puntazo).
Los amigos imaginarios
Es una película tierna sobre todo, y al hablar de la mente de un niño es imposible no hacer mención a los amigos imaginarios. En el caso de Riley, su amigo imaginario era Bing Bong, un ser hecho de algodón de azúcar, elefante, delfín, cola de mapache, bigotes de gato… todo lo que un niño puede imaginar.
Este adorable personaje desaparece en el basurero mental, culminando uno de los momentos más emotivos del film, porque es momento de dejar paso a otra etapa en la vida de Riley. No existen amigos imaginarios en la adolescencia.
La imaginación: Imaginalandia
En la película representan la imaginación como un lugar enorme donde todo es posible: un castillo infinito de naipes, una fábrica de amigos imaginarios, una ciudad de nubes, etc. Me gusta señalar que la imaginación no es algo puramente infantil, sino que es un área que todos tenemos en nuestra mente, aunque esté más o menos desarrollada. Todos tenemos imaginación y todos podemos usarla a nuestro favor.
La formación de las creencias
Un detalle que pasa desapercibido en la película (y lo más gracioso es que sea así) es cuando van en el tren del pensamiento y hay dos cajas: una contiene hechos y la otra opiniones. En un traspiés, Alegría las tira al suelo derramando su contenido y cuando intenta ordenarlas dice: «estos hechos y opiniones se parecen mucho, es imposible distinguir cuál es cuál» y dice Tristeza «tranquila, eso pasa mucho».
Esta es la explicación original que da la película a la formación de creencias, que son las encargadas de guiar nuestra vida pensando que las opiniones son en realidad hechos inamovibles.
Las creencias (potenciadoras o limitantes) cuesta cambiarlas por esto mismo, porque le damos una veracidad absoluta como si fueran hechos y verdades universales. Hasta que no cambiamos el chip y nos damos cuenta que esas creencias están basadas realmente en opiniones (por ejemplo: «todo me sale mal», «en los días lluviosos siempre lloro», etc).
La importancia del duelo para cerrar etapas de la vida
La película trata de la etapa de todo niño cuando deja la infancia y pasa a la preadolescencia. Es una etapa complicada, llena de cambios a nivel corporal y mental, y, hasta que Tristeza no se hace con el control de la situación (al final de la película) y transmite lo que realmente siente Riley, no puede cerrar la etapa infantil y pasar página.
Al dedicarle el tiempo necesario y el duelo necesario, Riley pasa de la edad infantil a la preadolescente. Incluso al final de la película se ve cómo el ordenador central aumenta de tamaño y le añaden más botones (incluido uno llamado «Pubertad»).
Me encantaría ver una segunda parte de la película en la que la pubertad hiciera de las suyas a nivel emocional 😉
La infancia se caracteriza por tener emociones puras: o tristeza, o alegría, o miedo, o ira… No son emociones muy elaboradas.
Sin embargo, conforme crecemos las emociones se entremezclan y eso queda muy bien representado en la película, ya que al principio los recuerdos son monocolor (dependiendo de la emoción que haya predominado en ese recuerdo, la esfera luminosa es amarilla, azul, verde, etc).
Al final de la película, las esferas luminosas que representan los recuerdos tienen distintos colores (amarillo azulado, verde rojizo, etc).
Porque no es lo mismo sentir alegría, tristeza, miedo, que sentir nostalgia, atracción, estrés, etc. Los adultos la mayor parte del tiempo sentimos una mezcla de emociones, como si fuera un cóctel, y actuamos de acuerdo a lo que sentimos. Eso queda muy bien representado en la película y es algo que me gustaría que quedara claro: las emociones son útiles, todas ellas.
Cuando crecemos…
En determinadas partes de la película podemos ver qué pasa en la mente de los padres. Es curioso ver que en la mente de la madre, el centro de mando lo preside Tristeza. Esto lo interpreto como que en el rol de madre prima la preocupación, interés, cercanía, escucha activa,etc.
Sin embargo, en el centro de mando de la cabeza del padre, la mesa la preside Ira, porque se suele decir que los hombres son más de acción, más temperamentales.
Además de los padres, en la película se ve también la mente de un conductor de autobús (guiño gracioso) en la que su centro de mando están cinco emociones… y las cinco son Ira.
Morajela final: por qué deberías ver Inside Out
Es imposible tener un blog de inteligencia emocional y no hacer un análisis de Inside Out (Del Revés), igual que es imposible querer aprender de tus emociones y no analizar cada aspecto de ella. Por eso quería hacer esta entrada, por eso quería hacer una moraleja final.
La moraleja final de la película es que no escondas ni huyas de tus emociones. No escondas tu ira, no espantes al miedo, no inhibas tu alegría, no ahogues tu tristeza… muéstralas todas, experiméntalas, vívelas. Cada emoción es energía y necesita su espacio. La tristeza es tan útil como la alegría, y el asco es tan válido como el miedo.
No te calles, no te reprimas. Llora, ríe, ama, enfádate, tiembla… Todas tus emociones son tuyas y quieren lo mejor para ti.
Aprender a desarrollar la inteligencia emocional no es fácil ni rápido ya que en su mayor parte es involuntaria e inconsciente y las emociones están controladas por regiones del cerebro evolutivamente muy antiguas.
Controlar las emociones no es algo que podamos aprender de la noche a la mañana, sino que es un viaje durante toda la vida. Sin embargo, trabajar nuestra inteligencia emocional es muy gratificante y tiene resultados muy positivos para nuestra vida: comunicarnos mejor, sufrir menos, vivir plenamente, desarrollarnos personal y profesionalmente, etc.
Aprende a mejorar la habilidad de la inteligencia emocional, poco a poco y con el tiempo. Nadie es experto en esto, nadie tiene el título de «maestro emocional», pero puedes aprender mucho de ti mismo si escuchas a tus emociones.
Si quieres avanzar en el control de tus emociones, en mi blog encontrarás técnica sencillas y fáciles de aplicar. Pero si lo que quieres es mejorar tu inteligencia emocional de manera integral, te recomiendo mi curso Bienestar Emocional.
¿Y a ti te gustó la película Del Revés (Inside Out) o también llamada Intensamente?
Cuéntame tus impresiones, me encantará leerte.
Si aún no la has visto, puedes comprarla desde aquí.