Hoy, aprovechando la oportunidad que me ha dado Ana de participar en su blog, te voy a hablar de cómo eliminar el miedo en tu vida, una emoción con la que todos hemos tenido y tenemos que lidiar constantemente en nuestro día a día.
¿Por qué quiero hablarte precisamente del miedo? Porque en mi opinión, esta emoción es una de las peores interferencias que tiene el ser humano a la hora de lograr sus objetivos y realizar sus sueños. Por tanto, vale la pena realizar algunas reflexiones al respecto para comprenderlo y saber gestionarlo de la mejor forma posible.
Para ello, me gustaría compartir contigo par de reflexiones que parten tanto de mi experiencia personal, como de mi experiencia profesional como terapeuta y, finalmente, me gustaría mostrarte los 3 pasos que puedes seguir para eliminar el miedo de tu vida.
Vamos allá…
La razón más importante por la que deberías eliminar el miedo de tu vida es porque…
Índice del artículo
1. El miedo te limita
Actuar sin miedo es sinónimo de actuar forma libre y fluida. Y es el primer paso a la hora de escucharte a ti mismo, marcarte tus objetivos y luchar por lo que quieres. Por tanto, sólo sin miedo puedes saber quién eres, desarrollar todo tu potencial y ejercer plenamente tu libre albedrío.
La mayoría de conductas erráticas, como la inseguridad, la timidez excesiva, la mentira, el aislamiento, la sumisión, la agresividad o la violencia parten del miedo. Así pues, uno de los primeros pasos para ser feliz es eliminar el miedo, pero, -¿miedo de qué?, ¿acaso hay algo que temer?-me pregunto muchas veces.
De esta última pregunta nace mi próxima reflexión:
2. ¿Te protege el miedo de lo peor que podría pasarte?
Dicen que el miedo está ahí para protegernos. Yo opino, sin embargo, que lo que hace es sabotear la mayoría de nuestros intentos por labrarnos un futuro mejor. El miedo impide que llevemos a cabo proyectos ilusionantes o viajes repletos de aventuras. El miedo nos frena a la hora de adquirir nuevos aprendizajes, realizar nuevas inversiones o establecer nuevas relaciones. En definitiva, el miedo frena en seco nuestra evolución personal.
El miedo sabotea la mayoría de nuestros intentos por labrarnos un futuro mejor Share on XPero la pregunta es: ¿de qué tenemos miedo?, ¿qué es lo peor que podría pasarnos?
Para algunos, lo peor que puede ocurrir es la muerte. Pero la muerte, según nuestro punto de vista y creencias personales, puede que sea, simplemente, la antesala de un nuevo inicio. Para otros lo peor sería una larga enfermedad o una gran limitación física de por vida, dos situaciones extremas difíciles de gestionar.
A lo largo de mi carrera como fisioterapeuta y osteópata he podido tratar pacientes que han sufrido cualquiera de estas circunstancias. Algunos se hunden irremediablemente fruto de la rabia y la frustración. Otros, sin embargo, se adaptan a su nueva realidad, dan lo mejor de sí mismos y acaban siendo felices mientras inspiran y sirven de ejemplo a los demás.
Ese tipo de paciente me demuestra una cosa: que toda situación extrema, también puede aportarnos aprendizajes extremos y, por tanto, una evolución personal extrema. Así pues, no vivamos presos del miedo. Hagamos lo que realmente queramos hacer, con prudencia, eso sí, pero jamás con temor. Y si pasa algo, enfrentémonos a ello de la mejor forma posible. ¿De qué te sirve, pues, el miedo? Sólo para una cosa: para limitarte.
Toda situación extrema también puede aportarnos evolución personal extrema Share on XA lo largo de mi vida me he topado con dos tipos de personas: las que aprovechan la vida al máximo marcándose constantemente nuevos objetivos, retos y desafíos, y las que tienden a quedarse siempre tal cómo están para vivir una vida de perfil plano.
Es decir, una vida ausente de estímulos, ilusiones y nuevos proyectos. ¿Acaso no es esto último el peor destino que puede tener una vida humana? Para mí sí. Para mí, lo peor no es ni la muerte ni una larga enfermedad. Para mí, lo peor sería pasarme la vida víctima del miedo sin hacer nada, sin perseguir mis sueños y sin aprovechar las oportunidades que van apareciendo por el camino. ¿Y cuál suele ser la diferencia entre vivir un tipo de vida u otra? Muchas veces sólo una: el miedo.
Para mí, lo peor sería pasarme la vida víctima del miedo, sin hacer nada Share on XQué ironía, ¿no? El miedo nos protege de lo nuevo haciendo que lo percibamos como algo amenazante.
Pero en realidad, la “amenaza” de la que nos protege es precisamente lo que nos hace evolucionar y lo que hace que nuestra vida merezca la pena de ser vivida. No obstante, el miedo ni se inmuta cuando se trata de seguir como siempre, cuando se trata de llevar una vida monótona o cuando estamos dilapidando nuestra juventud sentados frente al sofá.
Así pues, vamos a eliminar el miedo definitivamente de nuestras vidas y empecemos, sin dudas ni temores, a perseguir nuestros sueños e ilusiones.
El miedo nos aparta de aquello que hace que la vida merezca la pena ser vivida Share on X3. Los 3 pasos para eliminar el miedo de tu vida
La fórmula que utilizo para luchar contra el miedo y eliminarlo de mi vida consta de tres simples pasos.
3.1. Reconoce tus miedos
El primer paso antes de eliminar el miedo consiste en reconocer que tienes miedos. Para ello, basta con hacerse constantemente las preguntas siguientes: ¿Hago lo que hago por causa del miedo? O, por el contrario: ¿Dejo de hacer lo que realmente quiero hacer a causa del temor?
Hazte estas preguntas a lo largo de tu día a día cada vez que te encuentres ante una situación que te incomode, te bloquee o te paralice. Pregúntatelo cuando no te atreves a entablar una conversación con un desconocido que te resulta atractivo, cuando no tienes valor de dejar ese trabajo que detestas o cuando no eres capaz de decirle a tu chica que la amas.
Pregúntatelo también cuando no sabes negarte a hacer un favor que no te apetece hacer, cuando siempre acabas postergando ese viaje soñado para el año siguiente o cuando no te atreves a pedir un aumento a tu jefe tras una temporada de duro trabajo.
No pares de hacerte estas dos preguntas para poder identificar qué situaciones te producen miedo. Lógicamente, debes ser honesto contigo mismo cuando las contestes y, por tanto, dejar a un lado el ego y el autoengaño de la mente.
3.2. Reflexiona sobre ellos
Una vez hayas identificado una situación que te produce miedo, tómate tu tiempo y reflexiona sobre ella: ¿Qué me da miedo exactamente y por qué motivo? Éste es el segundo paso: reflexionar unos instantes e identificar qué es exactamente lo que te genera miedo y por qué motivo te lo genera.
Cuando seas capaz de responder a estas dos cuestiones descubrirás dos cosas: la fuente que activa tus miedos y la carencia personal que lo permite. ¿Algunos ejemplos?
•Tal vez descubras que el pánico que tienes a entablar conversación con desconocidos es por miedo al rechazo tras una mala experiencia en el pasado.
•Quizás te des cuenta que tienes miedo a decirle a tu pareja “te quiero” porque tus padres eran muy fríos y acabaron transmitiéndote sus propias dificultades para expresar sentimientos.
•Puede que no te atrevas a pedir un aumento a tu jefe porque no te valoras lo suficiente, pues en la escuela o en tu casa nadie te supo dar una palmadita en la espalda cuando la merecías.
Sea lo que sea, cada persona es distinta, así que tómate tu tiempo y explora cada uno de tus miedos. Cuando identifiques uno y hayas reflexionado sobre él, te aconsejo que vuelvas a leerte este artículo desde el principio…Tal vez entonces te des cuenta que, probablemente, ese miedo es inútil e injustificado. Es decir, que no te sirve para nada y, encima, limita tu vida y tu felicidad.
A veces basta con seguir los dos primeros pasos para eliminar el miedo. El hecho de ser conscientes de nuestros miedos nos permite identificarlos. Y el hecho de realizar un trabajo reflexivo al respecto puede crear de forma automática ciertas actitudes que nos ayudan a afrontarlos de forma más eficaz cuando vuelven a aparecen en nuestra vida.
En otros casos, sin embargo, los miedos están demasiado enquistados u ocultos y nuestras actitudes están demasiado interiorizadas para que cambien con un simple trabajo introspectivo. En ese caso, tal vez necesites la ayuda de un profesional cualificado (por suerte, estás leyendo este artículo en el lugar adecuado, Be Fullness). O tal vez sólo necesites dar un tercer y último paso.
3.3. Pasa a la acción y afróntalos
Para eliminar el miedo te propongo un ejercicio muy simple: Haz una lista de los miedos que has trabajado en los primeros dos pasos que te he explicado. Elige uno de ellos, algo que no sea muy complicado, ya tendrás tiempo para trabajar con los más difíciles.
Ahora, invéntate una tarea que te permita contrarrestarlo y que sea factible de realizar, lo cual no debería serte difícil. Si has seguido los pasos anteriores, es posible que la solución para eliminar ese miedo ya sea evidente para ti.
Te voy a dar algunos ejemplos:
•Si no tienes valor para acercarte a desconocidos y entablar una conversación con ellos una tarea podría ser la de salir una vez cada semana a un bar, evento o discoteca. Tu objetivo semanal será el de forzarte a entablar conversación con al menos dos personas desconocidas de tu agrado y ver qué pasa. Repítelo durante varias semanas hasta que te sientas cómodo haciéndolo.
•Si no eres capaz de pedirle un aumento a tu jefe, prepara una lista de los motivos por los que deberías hacerlo y practica un discurso solo en tu casa o junto a tu pareja. Tómatelo como un juego. Cuando te sientas más seguro, pide cita con tu jefe, y repítele ese mismo discurso de forma amable y asertiva. Así podrás eliminar el miedo que te suponía decir lo que pensabas.
•Si eres demasiado frío con tu pareja, oblígate a darle un “te quiero” 3 veces por semana hasta que se convierta en un hábito que te surja de forma natural y desde el corazón.
•Si nunca te has atrevido a hacer un viaje en solitario es una gran forma de eliminar el miedo. Empieza por algo suave y reserva lo antes posible tu billete y tu hostal para una escapada de tres días a un lugar no muy lejano. Tal vez con el tiempo acabes haciendo la vuelta al mundo sin fecha de regreso.
Repite este ejercicio con regularidad para trabajar uno de tus miedos, y luego otro, y otro…hasta que logres eliminar de tu vida los que te resulten más molestos. Cuando haya pasado cierto tiempo, echa la vista hacia atrás y observa qué ha ocurrido: ¿Qué cambios positivos ha habido en tu vida? ¿Qué objetivos o logros has conseguido? ¿Cómo te sientes contigo mismo?…Probablemente te lleves una agradable sorpresa.
Y con esto, creo que es suficiente por hoy.
Ahora es la hora trabajar y eliminar el miedo de tu vida de una vez por todas. Deshazte de los miedos que te limitan. Si necesitas más recursos, en este blog encontrarás lo que necesitas. Si te apetece, también te ofrezco gratuitamente mi mini-ebook y algunos artículos de desarrollo personal que publico regularmente en mi portal.
Y, por último, nos gustaría escuchar tu opinión: ¿Cuáles son tus miedos? ¿Has utilizado alguna estrategia para vencerlos? ¿Nos cuentas alguna experiencia o anécdota personal al respecto?
Acerca del Autor
UBAY SERRA.
Fisioterapeuta y osteópata de profesión, filósofo vocacional y viajero empedernido. Actualmente combino a partes iguales mi trabajo y mis pasiones viajando por los 5 continentes. En mi proyecto online http://viajealaesencia.com comparto aventuras y herramientas que te permitirán descubrir tu potencial y vivir tus SUEÑOS
Imagen: Shutterstock
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¡Hazte con tu plaza y vence tus miedos!