Es posible que te hayas encontrado con este pensamiento: «No se me ocurre qué más hacer» «No puedo hacer nada más» «No tengo nada que dar al mundo»… Sobre todo si tienes un negocio o quieres tenerlo esto es algo que puede limitarte muchísimo. Por eso te invito a que reflexiones de nuevo y le des un giro de tuerca. El pensamiento puede ser tu peor enemigo. ¿Te atreves a contradecirlo?
Seguro que tienes mucho que decir después de décadas de experiencias, años de estudio, etc. Seguro que sabes más que yo sobre muchos temas específicos sobre los que has leído: productividad, marketing, finanzas, liderazgo de equipos, creación de productos y servicios… O incluso en otras tareas como producción de video y audio, artículos, networking. ¡Todo sirve!
Pero aunque sepas mucho sobre todas esas áreas, seguro que piensas que «no eres lo suficientemente bueno». No estoy de acuerdo, seguro que lo haces mucho mejor que la media, pero te comparas.
Piensas que estás muy por detrás de los demás y sé exactamente cómo te sientes porque yo misma he pasado por ese pensamiento muchas veces, por diferentes razones. Mis excusas (entre otras) son:
- Creo que lo que tengo que decir sobre un tema ya se ha dicho
- Creo que a nadie le importará lo que tengo que decir.
- Lleno mi tiempo con otras actividades para evitar exponerme
- Me siento inferior a los demás (incluso aunque tengas más seguidores, un negocio más grande, una mejor apariencia, una salud excepcional).
- Como muchas personas, a veces cuestiono mis habilidades y sufro síndrome del impostor)
- Justifico no tener las herramientas adecuadas (una buena cámara, buen micro, iluminación, un estudio aislado…)
Índice del artículo
Cómo encontrar tu voz y hacerla oír
Te comparto estas ideas que te ayudarán a combatir ese pensamiento limitante que tienes sobre ti mismo y sobre tu desempeño en el negocio. ¡Te animo a que lo cuestiones! Vamos a ello:
Cree en ti mismo
Sí, está muy visto, pero es que es la base de toda creación. Todo negocio empieza en ti aunque luego crezca. Mírate en el espejo y date el valor que tienes. Eres único/a, tú puedes.De hecho, eres infinitamente único: un milagro extraordinario.
Párate y analiza
Reduce la velocidad y calma tu mente parlanchina. Haz un análisis DAFO sobre ti mismo (Debilidades / Amenazas / Fortalezas / Oportunidades). ¿Que sabes ya? ¿Que quieres saber? ¿En qué eres bueno? ¿Qué puedes mejorar? ¿Qué oportunidades te estás perdiendo guardando cosas para ti?
Si es necesario, saca papel y lápiz y ponte a escribir. Oblígate a rellenar la hoja o escribir durante al menos 30 minutos. Te sorprenderá lo que descubres que sabes o estás ansioso por descubrir.
Céntrate en aportar valor al mundo
Piensa en lo que sucedería si vieras a alguien en peligro mortal y tú solo te paras a mirar, o lo ves pero continúas caminando. El pensamiento constante en tu mente recordándote y cuestionándote porqué no ayudaste a aquella persona…
Es lo mismo que está ocurriendo ahora si te niegas a compartir tu mensaje con el mundo, tu forma de ayudar a otras personas. ¿Te imaginas qué pasaría si Elon Musk hubiera sucumbido a sus miedos y no hubiera lanzado ninguno de sus proyectos?
Y recuerda esto: estás dando valor. No cuestiones si tienes éxito o si fracasas, ya estás cambiando el mundo.
Piensa como un entrevistador
Los periodistas no son necesariamente expertos en un tema concreto al principio. Pero sí están entrenados para ser interrogadores expertos. Son curiosos por naturaleza. Ellos preguntan y preguntan para desarrollar temas complejos y descomponerlos en piezas simples y luego los vuelven a armar para que tengan sentido.
Los antropólogos hacen algo similar. Estudian culturas con curiosidad y documentan todo hasta que lentamente se desarrolla una imagen de cómo encajan las piezas del rompecabezas. Desarrollan teorías y, con el tiempo, intentan probarlas o refutarlas a medida que surgen nuevos hallazgos.
Sé curioso, investiga y comparte lo que descubres en el camino.
Ten mente de principiante
Incluso si ya sabes mucho sobre un tema y se te considera un «experto» o un «gurú», te garantizo que no lo sabes todo. A veces es humillante, gratificante e incluso estimulante dar varios pasos atrás y actuar como si estuvieras comenzando por primera vez.
Finge que no sabes nada. ¡Ponte la «L» de cuando aprendes a conducir un coche! Verás como te sorprendes al verlo la misma realidad con un distinto prisma.
Prográmate
Saca tu calendario y haz bloques de tiempo para avanzar con tus tareas. Comprométete con plazos, vence la procrastinación.
Una gran técnica que aprendí es usar la frase «Soy el tipo de persona que … «. Por ejemplo: «Soy el tipo de persona que escribe una publicación de blog y publica un episodio de podcast por semana, independientemente de lo que pase en mi vida». Es una buena forma de no ponerte etiquetas y a la vez ser constante.
¡Ojo! Lo contrario tiene que ser verdad para que esto funcione: «No soy el tipo de persona que empieza algo y lo para, que duda de lo que decidió empezar».
Esto es cambiar la forma en la que te ves a ti mismo, la forma de pensar. Por ejemplo, si quieres dejar de fumar no pienses «Ya no soy fumador», piensa directamente «No fumo».
¿Pillas la idea? Reprograma tu mente.
Comprométete
Hazte una promesa o mejor aún, hazlo en público, incluso si es solo entre usted y otra persona de confianza. O puedes ir a lo «hard» y compartirlo en tus redes sociales.
Todo es posible cuando tienes el apoyo de los demás.
Solo da el primer paso
Dicen que ni años de preparación pueden sobrevivir un día de realidad. ¡Pues adelante, da el primer paso!
Sumérgete. Comienza. No lo pienses demasiado. Comienza ese podcast. Coge el teléfono llama a esa persona que crees que te puede ayudar. Lanza tu negocio mínimo viable.
Haz cosas que te asusten. No te preocupes por lo que piensan los demás, solo importa lo que piensas tú de ti mismo.
Estudia y emula
Muchas personas han recorrido el camino antes que tú. Sí, también personas introvertidas, con miedos, o personas que se consideraban a sí mismas inferiores. Ellas superaron sus defectos y siguieron adelante de todos modos. Inspírate con ellos y copia lo que les funciona.
Isnpírate en ellos pero camina tu propio camino … sé tu mismo. El mundo te necesita.
Practica
No vas a ser perfecto de la noche a la mañana. De hecho, nunca serás perfecto, nadie lo es (ni siquiera los profesionales). ¿Adivina qué? Nos gustan las personas que son como nosotros: humanas, con fallos, con defectos… ¡Por que así es la realidad!
Espero que estos consejos te hayan servido, al final es aceptarte tal y como eres y no dejar que el futuro se defina por lo que ocurrió en tu pasado.
El futuro lo construyes tú con lo que haces en tu presente.
¿Qué vas a hacer hoy para acercarte a quien quieres ser mañana?
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