En estos tiempos que corren es posible que te invada la culpa, la desolación o sientas incertidumbre acerca del futuro. Esta «nueva normalidad» te está costando y estás pensando en ir al psicólogo. ¿Eso ayudaría? Déjame contarte algo.
Es posible que sientas que:
- Te falta algo
- Hay un problema contigo y no sabes cuál
- El pasado te acompaña a todas partes y piensas que no puedes deshacerte de él
- La manipulación o las excusas forman parte de tu día a día
- La tristeza o la rabia están en ti durante horas, días o semanas
- Piensas que los dulces o la comida te alejarán de la ansiedad que vives desde el confinamiento
- Todo te produce miedo
- Te preocupa constantemente no llegar a fin de mes
- Tu seres queridos o tú podéis enfermaros y que algo horrible puede suceder en alguna situación
En definitiva, te preguntas por qué es tan injusto para el el mundo.
Si te sientes identificado/a con estas situaciones, te tengo una gran recomendación: la mejor inversión que puedes hacer, es ir al psicólogo.
¡Acompáñame! Contesta conmigo a las siguientes preguntas.
Índice del artículo
Contiuamente estamos comprando, pero ¿nos ayuda?
A lo largo de nuestras vidas invertimos una gran cantidad de tiempo y dinero en ropa, teléfonos, salud física, en vernos bien, en lograr que nuestras fotos sean de revista, resaltar nuestro mejor ángulo para mostrarle al mundo nuestra maravillosa imagen; de igual forma invertimos en educación académica, viajes, gustos, placeres o cualquier cosa que pensemos adecuadas para nuestro “crecimiento”.
Creemos que nuestra felicidad esta en conseguir mayores ingresos, en agradar o complacer a nuestra pareja o familiares, en mejorar nuestra imagen para recibir atención de nuestros seguidores o amigos. Nuestro aspecto estético es sumamente importante para nosotros y no está mal, solo olvidamos algo sumamente esencial: ¡nuestra salud mental!
¿Cuál es nuestra prioridad?
Sentimos tanta ansiedad por: trabajar, conseguir dinero, estar informados, sentirnos queridos, prevenir situaciones, estar atentos y ocupados por pagar, comprar, que nos olvidamos de nosotros, nuestro ser, el cómo nos sentimos con nuestro Yo, nuestra relación del día a día, nuestros pensamientos y conductas.
Tenemos tantos años en el olvido que no somos prioridad, nuestro malestar interno ya es parte de nuestra cotidianidad. Pensamos que somos así, que nadie puede cambiar o que podemos solos, somos expertos; seguimos en redes sociales al Coach más empático o vemos videos de YouTube sin poner en práctica lo leído o escuchado.
Es como ver personas haciendo ejercicio; sentados comiendo una pizza, tomando refresco y pretender lograr esa figura esbelta y atractiva que tanto deseamos sin hacer ningún esfuerzo.
Es un buen momento para actuar, somos importantes y nos mecemos lo mejor.
¿Cuál es el mejor regalo que podemos hacernos?
Sentir paz, felicidad, satisfacción por lo que hacemos, como nos vemos o la forma en que afrontamos las situaciones sin agredirnos, sin sentir rabia constante por todos o por nosotros mismos, hacer las paces con la persona a quien has lastimado por años, ¡a ti mismo!.
¡Definitivamente es el mejor obsequio que puedes darte!
Ahora bien ¿Cómo lograrlo?
¡La mejor forma es asistir al psicólogo! No te preocupes, no estas desquiciado, ni nada malo sucede contigo.
El psicólogo es aquel profesional que va a escucharte como persona, tus emociones, tus reacciones, no juzga, observa y evalúa, toma en cuenta tus pensamientos, sentimientos y conductas, para mirar más allá, conocerte y poder acompañarte en el camino que desees alcanzar.
Definitivamente acudir a terapia psicológica es la mejor manera de cuidarte, de demostrarte que te aprecias, que tú desarrollo personal es primordial; aunque sea una sola vez, te sentirás liberado, escuchado y apreciado por la persona más importante; ¡tú!
¿Cómo es asistir con un psicólogo?
La terapia psicológica es un espacio único y libre de prejuicios, aunque creas que como el psicólogo es un ser humano va a juzgarte; lamento decirte que no estás en lo cierto.
Un buen psicólogo es un profesional que ha estudiado para observar, analizar y actuar libre de críticas con un sentido de ética y profesionalismo, no es ni superior ni inferior a ti, solo ha trabajado duro para prepararse y entender los procesos humanos.
Es totalmente normal que sientas miedo, incertidumbre o pienses que no lo necesitas.
La mayoría de nuestros pacientes estaban negados a asistir. Ir al psicólogo no era indispensable para ellos, luego de empezar el proceso terapéutico lo describen como liberador, acogedor.
Se refieren a él como aquel pequeño espacio para el encuentro interno, donde no hay más nadie que tú en compañía de aquella persona que ha pasado por procesos similares al tuyo, ha sanado y se ha entrenado para darte la mano, guiarte y mostrarte aquel camino que no logras ver.
¡La terapia psicológica es amor propio, es decirte que estas para ti en cualquier momento!
Si aún tienes dudas, aclaremos: ¿Qué hace un psicólogo? Y antes de responder, explicaremos:
Lo que hacemos y no hacemos los psicólogos
Existen tres creencias acerca de nuestra profesión que nos han perseguido durante años y ellas son:
Asistimos a terapia psicológica para desahogarnos
Es totalmente cierto que el psicólogo mantiene una escucha activa y atenta, aunque esto no lo es todo; si fuera de esta forma, ¿Cuál sería la diferencia de ir a tomar un café con una amiga?
Sería mucho más económico, fácil y rápido; sentarnos y pedirle a alguien de confianza que nos escuche y luego de liberar todo lo callado nos vamos a sentir muy bien, vamos a pensar que ya todo está solucionado. La realidad es que solo fue un paño tibio de agua.
Y ¿Qué viene luego? Al ser escuchado, el psicólogo observa, analiza, actúa tomando las herramientas adecuadas para dártelas y así acompañarte en el mejor proceso de cambio.
Asistimos al psicólogo para recibir un consejo
El psicólogo no es un consejero, ni mucho menos un sabio que ve el futuro y va a decirte que hacer en cada momento de tu vida; no va tomar las decisiones por ti.
Él no va a decirte lo que tienes que hacer con respecto al trato de tu jefe o si debes o no terminar con tu pareja, ni mucho menos escogerá el color de las paredes de tu departamento.
Va a guiarte y te dará las pautas para que veas las situaciones con claridad y puedas actuar sin miedo a equivocarte, y si sucede, tendrás una gran satisfacción de haber aprendido y para poder seguir.
Vamos al psicólogo para conocernos
Nos encanta escuchar nuestras características dichas por otros, es por eso que buscamos semejanzas cuando leemos el horóscopo o nuestra carta astral, estamos en constante autodescubrimiento por medio de los demás, es fascinante y nos atrapa.
Es por eso que al asistir con un profesional pretendemos que nos diga aspectos de nosotros para saber qué tan bueno es y lo cierto es que el psicólogo no nos va a decir como lo habíamos pensado porque él entiende que No hay nadie en el mundo que te conozca más que tú.
Entonces, ¿qué hace un psicólogo?
Durante su preparación de licenciatura, postgrados, maestría u otros; el psicólogo se ha preparado para comprender a cabalidad todos los procesos inherentes al ser humano. Es un estudioso del pensamiento y el comportamiento, es por esto que es el indicado para guiarnos en el proceso de mejoría y darnos las pautas adecuadas para la solución de nuestros conflictos.
Como ya lo notaste, quisimos reunir en un solo artículo toda la información de la importancia de asistir al psicólogo, es por ello que resumimos las razones más importantes por las que deberías ir a terapia psicológica.
Razones por las que la psicoterapia es necesaria.
Sentirás mejoría desde el primer momento.
Al tener un espacio de escucha activa ante tus pensamientos, sentimientos y reacciones sin juicios de valor, automáticamente te sentirás libre para actuar y manifestar aquello que callas por miedo a ser criticado, dando lugar al bienestar.
El hecho de liberar tus emociones negativas por medio del habla, se conoce en terapia como catarsis, el primer paso para lograr mejorar la salud mental.
Cambiarás la perspectiva de ver “los problemas”
Los conflictos son parte de nuestra cotidianidad, siempre se están presentes. La forma en que los afrontamos es lo único que cambia, cuando tenemos un problema nos limitamos a preocuparnos como si fuera la única forma de solucionarlo, terminando agotados y sin fuerzas para actuar.
En terapia psicológica tienes la oportunidad de aprender a ver los conflictos desde todos los ángulos, posibilitando su solución de una manera viable, sin estrés, angustias y pensamientos innecesarios.
Sentirás una gran paz interna y armonía a tu alrededor.
Vivimos criticando, juzgando constantemente a nosotros y a nuestro entorno, diciéndole a los otros que hacer o que no, tenemos una visión limitada de lo que está bien y está mal, nos encarcela, reduce nuestro rango de acción y nos impide ser felices.
Al experimentar la capacidad de mirar alrededor sin juicios, sentirás valía, motivación para vivir en plena paz y armonía al tu alrededor.
Es totalmente confidencial.
En uno de los apartados de mayor relevancia del código de ética profesional del psicólogo, expresa con énfasis que el profesional debe garantizar la confidencialidad de la información obtenida en el espacio terapéutico, por ninguna razón los datos obtenidos pueden divulgarse sin tu consentimiento.
Experimentaras confianza y empatía.
El psicólogo propiciará desde el primer contacto un entorno de empatía, generando confianza plena, que te conducirá a contarle los pensamientos y sentimientos que has tenido guardados, sin ningún tipo de temor porque no hay riesgo ni posibilidades en ser señalado, generando bienestar mental.
Empoderamiento y desarrollo personal.
A medida que avanzas en tu proceso terapéutico, sentirás un gran empoderamiento ante al manejo de tu propio ser, libre de situaciones toxicas, conflictos, preocupaciones, malestares innecesarios, aprenderás a valorar lo que eres, potenciando acciones y obteniendo mejores resultados en todo lo que desempeñes.
Estimula los procesos neuronales.
Favorece la plasticidad cerebral, término usado por la psicología y neurociencia, se refiere a la capacidad del sistema nervioso de cambiar su estructura ante el entorno.
El estimular el proceso adaptativo de los procesos neuronales permite la reposición cerebral ante trastornos o lesiones.
Cómo sé si es mi momento para asistir a terapia
Es posible que leyendo esto aún tengas dudas sobre si es tu momento o no. Para ello, te dejo aquí un pequeño test para saber si necesitas ir al psicólogo. ¡Adelante!
- Cuando tengo la sensación de estar atrapado.
- Cuando conozco la teoría y se lo que tengo que hacer pero no lo aplico.
- Cuando la rabia, la tristeza o el miedo son las emociones más comunes en mí durante el día, semanas, meses o años.
- Cuando ya he asistido a todos los especialistas médicos y todos me dicen que no tengo ninguna enfermedad.
- Cuando tengo una adicción o conducta que quiero evitar y puede más que mi voluntad.
- Cuando no dejo de pensar por las noches por las preocupaciones de situaciones propias o ajenas.
- Cuando siento que mis esfuerzos no valen y mi confianza ha disminuido o se ha ido por completo.
- Cuando me siento triste sin razón aparente.
- Cuando me irrito con facilidad.
- Cuando consumo noticias e información violenta constantemente alimentando mi rabia interna.
- Cuando mis pensamientos son únicamente del pasado y me generan sentimientos de culpa, impotencia, dolor, tristeza.
- Cuando me culpo por acciones que hice durante el día y mis pensamientos son tantos que termino con dolor de cabeza.
- Cuando me la paso pensando en «si hubiera hecho… si hubiera dicho… si no me hubiera…
- Cuando vivo en piloto automático.
- Cuando siento vergüenza constante por mis acciones.
- Cuando siento un infierno con mi relación de pareja y no puedo establecer límites.
- Cuando soy tan perfeccionista que ya no actuó de manera libre.
- Cuando todo lo que hago es juzgar, reprochar y criticar las acciones de las personas que me rodean.
- Cuando siento que lo que me sucede no es mi culpa, siempre son los demás, sean familiares, compañeros de trabajos, hijos, pareja, gobiernos, situaciones.
- Cuando me enfermo más de 3 veces al mes.
- Cuando no tengo propósito para vivir.
- Cuando los dulces y la comida es lo único que me hace sentir bien.
- Cuando estoy tan cansado de lo que vivo y ya no puedo más.
Si tienes más de 10 puntos positivos en las anteriores afirmaciones, un psicólogo realmente te va a ayudar a salir de ahí. Aunque
Si has estado experimentado uno de esos momentos ¿Qué esperas? Reserva tu primera sesión conmigo, te atenderé personalmente y te guiaré en tu proceso.